sábado, 4 de agosto de 2012

Ayer fue la Feria del Libro en Santa Pola, se coloco justo en el paseo al lado del mar y la brisa corria envolviendo toda la feria. Muchísima gente paseaba unos que todavía se retiraban de la playa porque habían querido aprovechar hasta el ultimo rayo de sol y otros que después de disfrutar un día intenso paseaban arreglados con sus parejas, amigos, niños, mascotas... Se respiraba tranquilidad. La luna era llena y según me dijeron ese día se celebraba la cena en el mar y toda la gente tiene costumbre de irse a cenar al lado del mar. Al hacerse de noche empezaban a sonar música de pequeñas orquestas que amenizaban la velada en las terrazas de los hoteles, daban ganas de bailar en esa playa y con el influjo de la luna. Observaba como las parejas bailaban juntos robando el influjo romantico que tenía el momento. ¡Que maravillosas son esas noches de verano junto al mar! Y yo tuve la suerte de estar allí junto a mi libro, mi bebe y compartir un poco de esa magia que me hacía sentir más integrada en este mundo si cabe.